Ayer no podía vivir sin ti,
hoy solo vislumbro tu silueta,
tu rostro, que se difumino en el tiempo,
opaco se ha vuelto.
Cuando amanece ya no estas ahí,
ya no te veo, ni te siento,
no te extraño, ni te deseo,
te has ido y contigo nuestros momentos,
quedo el silencio y algunos recuerdos.
La magia que solíamos tener se rompió,
el hielo la congelo,
y el nido de nuestro corazón se desvanecido,
ahora nos llamamos amigos
después de haber vivido un idilio lleno de sueños.
Hoy otro ser toca mi alma,
me hace vibrar y estremecer,
ha borrado con ternura,
tus dosis de amargura,
encontré un lugar para mi,
en el que estoy aprendiendo,
que se puede ser feliz.
Monibe
© Monica Betancur 2012
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