Cuando amanece ya no estas ahí,
ya no te veo, ni te siento,
no te extraño, ni te deseo,
te has ido y contigo nuestros momentos,
quedo el silencio y algunos recuerdos.
La magia que solíamos tener se rompió,
el hielo la congelo,
y el nido de nuestro corazón se desvanecido,
ahora nos llamamos amigos
después de haber vivido un idilio lleno de sueños.
Hoy otro ser toca mi alma,
me hace vibrar y estremecer,
ha borrado con ternura,
tus dosis de amargura,
encontré un lugar para mi,
en el que estoy aprendiendo,
que se puede ser feliz.